Las finales siempre son citas especiales. Más aún si al final del tiempo reglamentario tienes la oportunidad de ganar un torneo como el COTIF, que buscaba a su 19º ganador. UD Alzira y Elche CF se enfrentaban en un partido histórico. Nunca antes habían tenido tan cerca la oportunidad de levantar un título en Els Arcs. Solo los alzireños se acercaron en 1985 -segunda edición del torneo-, cuando cosecharon un cuarto puesto. En el COTIF de las sorpresas, el título viaja a tierras alicantinas, para donde bajó el galardón a mejor jugador (Antonio Pérez “Pipa”), el mejor portero (Fernando Montoya) y el máximo goleador (Avelino Sánchez). El mejor técnico fue elegido José Luis Vidal, de la UD Alzira.
El partido empezaba con épica. Nada más saltar al césped, un aguacero comenzó a caer con fuerza sobre el campo, haciendo presagiar que este sería uno de esos partidos aguerridos propios de tiempos pasados. Así fue. Dureza y nobleza por partes iguales en cada balón dividido, en unos primeros minutos de tanteo e igualdad. La lluvia cesó; sin embargo, la lucha continuó en todo lo alto. Ambos equipos siguieron muy ordenados, conscientes de la dimensión de lo que se estaban jugando.
La UD Alzira aglutinó la posesión del balón en los primeros compases, con varios acercamientos al área en forma de faltas laterales que despejaron sin problemas los defensas franjiverdes. Pasados los 10 primeros minutos, la balanza se equilibró y el Elche CF comenzaba a acercarse al gol, también con acciones a balón parado sin éxito. Ambas defensas estaban bien plantadas sobre el verde. El Alzira era mucho más vertical y después de estas tímidas ocasiones era quien tenía la alternativa de crear peligro aprovechando la verticalidad de sus atacantes. Esto costó varias amonestaciones a los alicantinos, que afrontaron condicionados cada choque del resto del encuentro. Se lo merecían más los de la Ribera, que desencadenaban, con sus ocasiones, un sonoro murmullo en las gradas, con mayor presencia de aficionados alzireños. Por parte del Elche estaba Fita contra el mundo. El delantero ilicitano era el jugador más diferencial de su equipo, aunque recibía la pelota muy lejos del área y tenía que recorrer mucho campo frente a una defensa muy bien plantada.
El orden del partido comenzó a romperse en la recta final del primer tiempo. Una mala cesión del blaugrana Álex Tormo a su portero desencadenó en una ocasión muy clara para el Elche. Chover sacó el esférico como pudo y Pipa no atinó a rematar el rechace. La UD Alzira no se quedó atrás y tras este susto reaccionó de inmediato. Fita, con un disparo muy potente y con efecto desde 30 metros a punto estuvo de hacer el primero. El meta Fernando Montoya mandó a córner con dificultades. Esto no acabaría aquí, porque en ese mismo saque de esquina, un balón puesto con música a la cabeza de Miguel Moreno casi estrena el electrónico. Arreón blaugrana que puso picante a los últimos minutos antes del descanso. Jugadores a vestuarios y máxima igualdad en el partido. Todo estaba por decidir en una segunda parte que se presumía frenética.
Todo por decidir
José Luis Vidal usó en el descanso una de las cartas que se había guardado. Shariff, un delantero centro especialista en fajarse con los centrales, saltaba al verde en sustitución de Said. En el Elche, por su parte, Rodri suplía a Abellán. Las espadas se desenvainaban.
El primer golpe era ilicitano. Dídac se sacó un zurdazo a los once segundos del segundo tiempo que Chover despejó por poco.
La UD Alzira intentaba pisar el acelerador. Un minuto después Shariff conectaba un testarazo que Montoya lograba atajar. Los balones largos se sucedían. Se jugaba poco a ras de césped. Consciente de que era el momento de buscar un revulsivo, el entrenador blaugrana apostaba por un triple cambio. Y la grada vitoreó su decisión. Un gran disparo franjiverde en el 62’ llevaba al portero de la UD Alzira a protagonizar su enésima acción de mérito. Y un minuto después una falta al blaugrana Osca causaba una tangana. La presión en el césped aumentaba. El barómetro echaba humo.
Y llegó el primer gol en el minuto 64. Avelino Sánchez enlazó un buen cabezazo tras un preciso centro. El Elche se adelantaba en el electrónico. Segundos después, Osca lo intentaba con un disparo desde el centro del campo, sin resultado.
En el 66’ cambiaba el escenario. Avelino se veía obligado a abandonar el campo por una dura entrada sobre Augusto. Sumaba su segunda amarilla y se iba a los vestuarios.
El Alzira contaba con un hombre más y era el momento de apretar. Una indecisión del portero Montoya se traducía en un posible gol de Aleja en el 68’, pero Gil Coscolla anuló la acción. En el 72’ el Elche se quedaba con otro hombre menos tras recibir Dídac su segunda amarilla. Los alicantinos sabían que iban a sufrir con 9 jugadores. Quedaba mucha tela por cortar.
Carlos Geraldo apostaba por el espigado Alain Pinto para acabar el partido como el delantero ilicitano. El plan estaba claro: balones largos. En el 77’ Osca intentó un gol olímpico, sin éxito. Y el partido se calentaba. El blaugrana Aleja recibía roja directa por una dura entrada a dos minutos de la finalización del tiempo reglamentario. El partido estaba embarrado y los de la Ribera lo intentaron con balones largos y pases filtrados, pero la defensa numantina del Elche aguantó. Un centro de Osca en el último suspiro se paseó por el área ilicitana a la búsqueda de un rematador. La UD Alzira aún lo intentó con un par de jugadas, pero el gol no llegó.
La final valenciana del COTIF de las sorpresas cayó del lado alicantino. El Elche CF es el ganador de la edición 2021.
